Ayer el tiempo nos respetó, y por fin pudimos salir a hacer una ruta larga y seguir acumulando kms y desnivel. De paso sigo conociendo la zona que hay entre Villaviciosa y Colunga, por la que he rodado muy poco y que tiene múltiples posibilidades.
Las fotos de hoy son de Gilberto, ya que tuve un problema con el móvil.


Salgo de casa a media mañana y me uno en El Berrón con el crack y Gilberto y nos dirigimos hacia La Campa, que por esta vertiente no tiene mayor dificultad, y en la que el crack nos deleita con sus habituales demarrajes, jajaja.


En La Campa, el crack se da la vuelta, y Gilberto y yo bajamos hacia la Villa, mientras nos caen algunas gotas. De la Villa vamos por el Alto de Buenos Aires hasta Lastres, donde el sol vuelve a brillar y tenemos magníficas vistas de la costa y el puerto.



Una vez que llegamos a Colunga, volvemos a Villaviciosa por una carretera más alejada de la costa y bastante dura. 19kms con tres subidas. 
La primera el Alto de San Feliz, 3.4kms al 7,2% muy constante, que se hace dura, aunque todavía había fuerzas para posturear, jajaja.


La segunda subida era un repecho de 1,4kms al 8% bastante perrete ya que comenzaba tras unos kms de bajada y dolían las piernas un montón. Y el tercero era más tendido, para ya afrontar la bajada a Villaviciosa, donde reponemos fuerzas.


Tras avituallarnos, afrontamos la última dificultad del día, La Campa por su vertiente larga, que tampoco es muy dura, pero el sol nos castiga con fuerza, y con la chaqueta de invierno se me hizo muy dura la subida. En la cima no había fuerzas para posturear, jajaja.


Ya solo quedaba volver a casa, con la incertidumbre de si nos mojaríamos o no, al final libramos. En total 132kms y 1800m de desnivel, y las sensaciones van mejorando poco a poco.

Como siempre un placer compartir pedaladas con el crack y Gilberto, al que le agradezco que fuese a mi ritmo patatero toda la ruta.
Este invierno se está haciendo largo ya que el tiempo no da tregua y los temporales se suceden unos tras otros, sin dar ninguna tregua. Así que el día que no llueve hay que aprovechar para salir algo después de trabajar y hacer rutas pequeñas, 52kms y 1000m de desnivel, poca cosa, pero como decimos en Asturias, ye lo que hay.


Salgo de casa dirección Riosa y ya bajando hacia La Manjoya el viento me castiga con fuerza, pero cuando llego a Soto de Ribera, el viento pasa a ser terrible, y los 6kms de llano que hay hasta el cruce de Riosa se me hacen duros, voy a 15kms/h y sufriendo como un perro.
Tras girar hacia Riosa sigue azotándome el viento, y el terreno, una mezcla de falsos llanos y repechos, se me hace durísimo, en algún repecho al 6% tuve que meter el 34x32 para poder subirlo, y sufriendo como un perro. Por lo menos me daba moral pensar que a la vuelta soplaría a favor.
Llego a Riosa tras una hora agónica, jajaja, y encaro la subida a Viapará, primera parte del brutal Angliru.


Nada más comenzar la ascensión ya se ve Viapará. La suerte es que aquí, excepto en momentos puntuales, estoy reguardado del viento y voy más rápido que en el falso llano anterior, jajaja.


Las sensaciones durante la subida son bastante buenas, y aunque no puedo forzar mucho, corono bastante bien.


Aprovecho para disfrutar de las vistas, espectaculares!!!




Y vuelta a casa. Con el viento a favor bajo a todo trapo por el valle de Riosa. Cruzar La Foz de Morcín a 50kms/h sin dar pedal no tiene precio, jajaja.
Pero al llegar a la general, el viento se para, justo ahora que tenía que llevarme a casa volando. Pero el terreno es cómodo y tras llegar a Soto de Ribera, decido volver a Oviedo por Los Ferrerinos en su vertiente más dura, la de Soto de Rey.


Aquí las sensaciones ya son peores, pero disfruto un montón de las duras rampas de la subida.


Ya solo quedaba bajar hasta Oviedo, con unas vistas de la ciudad y del Naranco realmente bonitas.


Las previsiones para el fin de semana no son buenas, pero a ver si el tiempo da algo de tregua y se puede hacer una ruta decente.
Tras este invierno con tan mal tiempo, las ganas de rodar son grandes, y en un día como hoy, que el año pasado habríamos pasado en casa, nos vemos de golpe en la carretera buscando rodar algo, pese a la intermitente lluvia que nos persiguió todo el día.

Nos juntamos en el Berrón la grupeta de hoy: David, Estrada, Gilberto, Mario, Santos y yo. Tomamos rumbo a Muncó y Muñó, con algunos repechos duros y bonitas vistas.



De allí bajamos a Llanera a tomar un cafetín, y después ascendimos al durísimo alto de la Miranda por Llanera, con una descoordinación en los ataques importante, jajaja.


Bajamos hacia Villabona y pincho en la rueda delantera por culpa de un cristal, así que toca cambiar la cámara justo en el momento en que más llueve de todo el día. Tras arreglar el pinchazo, nos despedimos de Gilberto y Mario, que vuelven para casa y nosotros tomamos dirección el Berrón ascendiendo el corto, pero duro, Alto del Robledo, con un km al 12%.


Dejo a los compañeros en El Berrón y vuelvo hacia Oviedo, pero con ganas de algo más, así que en Colloto me dirijo hacia La Grandota para finalizar la ruta con un puerto.
La calle en la que comienza la subida no podía tener mejor nombre.


Cuando llevaba unos 3 kms de subida veo la rueda de atrás un poco baja, por lo que miro a ver si voy pinchado y veo que tengo un alambre clavado a la cubierta. Horror!!!! no tengo más cámaras, jajaja. Así que hincho la rueda para ver si aguanta y con mucho cuidado bajo hacia la Tenderina, la rueda aguanta algo así que una vez en Oviedo tras hinchar la rueda otra vez, se que voy a llegar a casa, menos mal, jajaja.

Al final la ruta fue de 93 kms y unos 1000m de desnivel, pero ha sido un gran día de cicloturismo, en la mejor compañía.
Hoy por la mañana, aprovechando la tregua que ha dado el temporal que ha azotado Asturias estos días, tocaba visitar la nieve de nuevo, aunque fuera cerca de casa.
Salimos de Oviedo rumbo El Berrón para rodar algo antes de subir el Naranco y allí decidimos acercarnos hasta la Gargantada. Subida sin mayor dificultad, pero que hoy, con la nieve, estaba preciosa.



Y desde allí vuelta a Oviedo rumbo al Naranco, que hoy lucía precioso con algo de nieve en sus cunetas y unas vistas, hoy más espectaculares de lo normal.





Desde el mar a Los Picos de Europa, pasando por el Aramo, el Sueve, el Cuera, las Ubiñas... todas ellas cubiertas de nieve.




Como siempre un placer rodar con David que aguantó de nuevo mi ritmo patatero, jajaja.
El escalador bejarano, tras un fulgurante paso por aficionados, debutó en profesionales en 1997 de la mano del Kelme de Alvaro Pino, y ya lo hizo de manera brillante, imponiendose en la Subida al Naranco y en una etapa de la Vuelta a España, con final en El Morredero, quedando a su vez quinto en la general final.
Heras ya mostraba sus armas, era un escalador menudo, con una gran arrancada, pero sobretodo era capaz de subir a gran ritmo, además de tener una buena punta de velocidad en grupos reducidos.


Tras una temporada 98 practicamente igual que la de su debut, en el 99 da un salto de calidad que le debería haber llevado progresivamente hacia la cima del ciclismo mundial.

Ya con Belda como director de equipo, Heras disputa el Giro de Italia con bastante éxito. Pese a que se le ve algo verde para competir en el extranjero, deja muestras de su calidad quedando quinto en la general e imponiendose en la penúltima etapa finalizada en Aprica, tras ascender el Mortirolo, el día que expulsaron a Pantani del Giro. El trono de mejor escalador del mundo quedaba desierto y Heras era uno de los más claros aspirantes.

El heredero
En la Vuelta a España de 1999, una de las más duras, bonitas y extrañas que recuerdo, confirmó todo lo bueno apuntado en el Giro y logrando la tercera plaza del podium final, con tan solo 25 años. 

Quedaba por ver si se sabría adaptar al Tour, y eso lo veríamos en la temporada 2000, en la que debutó en la ronda francesa con gran éxito. Quinto en la general final (fue quinto en todos sus debuts en grandes vueltas) y con una exhibición camino de Morzine, reventando a Armstrong en el Joux Plane y perdiendo la etapa por culpa de una caída ante un viejo zorro como Virenque. Era una pena, pero todos pensábamos que tendría más oportunidades, que al final nunca llegaron.

Con su futuro amo
Tras el Tour, llegaba a la Vuelta a España con la vitola de máximo favorito, y cumplió con las expectativas imponiendose en la ronda española con claridad, además de vencer en dos etapas y hacer una subida estratosférica al Angliru, en la que marcó el récord de la ascensión (41'55'' a 18,03kms/h de media!!!), y que aún poseé.

Derrapando
Y entonces ocurrió lo que no debería de haber pasado, el hombre que debía de ser el gran rival, junto con Ullrich, de Lance Armstrong y el encargado de dinamitar las carreras en la montaña, el hombre destinado a ser el mejor escalador de la primera década del siglo, fichaba por el USPostal a cambio de una millonada bestial. 
Aseguraba su futuro y el de toda su familia, pero perdía la oportunidad de disputar un Tour a corto plazo, en teoría iría de jefe de filas a la Vuelta y recogería el testigo de Armstrong tras dos o tres años, pero en realidad anteponía claramente el dinero a la pasión por el ciclismo. El corredor que debía de acabar con el imperio americano se unía a ellos y parte de mi pasión por el ciclismo en aquella época, ya bastante tocada tras el Tour de Riis, el caso Festina y el positivo de Pantani, desaparecía.

Su paso por el USPostal fue decepcionante, aquel imparable escalador que se iba a comer el mundo había perdido la chispa, sus tres Tours fueron decepcionantes, con muy poca presencia en carrera, siendo Rubiera el gregario más importante de Armstrong en esas ediciones.
Ahora, tras conocer toda la historia del USPostal, sabemos que Heras fue excluido del "Equipo A" de Armstrong y que no recibía el mismo tratamiento que los demás.

En la Vuelta a España, pese a ser el líder del equipo, su rendimiento tampoco fue el esperado, quedando 4º, justo detrás de su compañero Leipheimer, en la edición de 2001. En 2002 fue 2º, pero pese a imponerse en la cima del Angliru no pudo acabar con la resistencia de Aitor González, muy superior contra el crono.
Pero en la Vuelta del 2003, cuando ya tenía claro que se iba del USPostal, decidió, como ahora sabemos, jugar fuerte e ir bajo la supervisión de Eufemiano y no bajo la de los médicos del USPostal, y en una semana final fantástica, se llevaba la Vuelta por delante de aquel sputnik que era Nozal.

Los chicos de Eufe
En el 2004, Heras se convierte en el fichaje estrella del Liberty de Manolo Sáiz, que con nuevo patrocinador buscaba un sustituto para Beloki en su eterno asalto al Tour.
Pero en la ronda francesa sufre un descalabro tanto en 2004 como en 2005, el primer año tiene que abandonar sin encontrar nunca el golpe de pedal, y en el 2005 queda el 45º sin dejarse ver en ningún momento. Su rendimiento es tan decepcionante que de cara al 2006, Sáiz decide fichar a ese personaje que es Vinokourov para intentar de una vez ganar el Tour y dejar a Heras para el Giro y la Vuelta, como tenía planificado de cara al 2006.

Sin embargo en la Vuelta a España, Heras vuelve a mostrar su mejor cara y se impone en el 2004 tras una dura lucha con ese sputnik tipo Pantani que era Santi Pérez.
En la Vuelta 2005, tras arrastrar problemas en una rodilla por culpa de una caída, y con la ronda casi perdida, rumbo a Pajares el Liberty hace una de las mayores exhibiciones de trabajo en equipo de los últimos años, y el bejarano consigue desbancar a Menchov del liderato aventajandolo en más de 5' en la linea de meta.


Heras volvía a imponerse en la ronda española y conseguía ser además el corredor con mayor número de victorías en la Vuelta.
Pero poco más de un mes despúes de alzarse con el triunfo en Madrid, saltaba la noticia de su positivo por EPO en la penúltima etapa, un positivo de libro.
De nuevo el ciclismo sufría un golpe mortal, y de nuevo era Heras el responsable. Tras haberse plegado a los dólares de Armstrong, ahora descubriamos que era un dopado. Ese ciclista que me había enamorado subiendo al Morredero en su primera Vuelta, que me había emocionado destrozando la carrera en el Joux Plane, o rememorando el ciclismo épico rumbo a Pajares, me dejaba claro que era una mentira, como toda una generación de ciclistas.
Gracias a este positivo y a la confesión de Manzano, la Guardia Civil comenzó las investigaciones de la Operación Puerto, que aunque nunca sabremos la verdad, nos permitió saber lo que había tras el ciclismo.

El Kelme de Pino, el Kelme de Belda, el USPostal de Armstrong y Bruynell y el Liberty de Sáiz. Una trayectoria terrorífica para un corredor que representa mejor que nadie el ciclismo de los últimos 15 años. Menos mal que el ciclismo ha cambiado gracias al SKY y su ciclismo científico. Este deporte no tiene solución...
Después de un tiempo sin poder casi salir, por fin hoy pude hacer una ruta bastante clásica, consistente en dar la vuelta a la sierra del Aramo. 93kms y unos 2000m de desnivel, con las subidas al Tenebredo por Lavares y a La Cobertoria por Quirós.


Salgo de Oviedo a media mañana por la senda verde, la temperatura es agradable, pero hace bastante viento. Al poco llego a Fuso y comienzo a subir en Tenebredo. Para salir de Fuso ya tengo rampas de hasta el 14% y luego casi 2kms al 10% que se hacen duros.


Pero tras esos 2kms la pendiente disminuye bastante y ya puedo ver la cima.


Bonitas vistas de Lavares durante la subida.


Corono el Tenebredo y puedo disfrutar de las magníficas vistas de la otra vertiente.


Bajo al Valle del Trubia y me quedan unos cuantos kms de remontar el valle, además con un viento muy fuerte de cara, así que me lo tomo con mucha calma, disfrutando del paisaje, con zonas preciosas.


Por fin llego a la base de la Cobertoria, se me ha hecho largo y ahora toca enfrentarme al primer puerto grande del año.


Ya desde abajo se puede ver la "cima", porque en realidad queda un km más y bastante duro.


Esta vertiente, pese a tener números inferiores a la vertiente de Lena, también es durísima, muy pestosa, con carretera ancha, kms por encima del 10% y muy constante, 8kms al 8.5%.


Por lo menos las vistas son magníficas y puedo distraerme algo del sufrimiento.


Tras pasar Llanuces, hay 2kms casi al 10% que se me hacen muy duros y tengo que apretar para superarlos, vaya chepazos que iba dando, jajaja.
El viento aquí solo entra puntualmente, aunque en varios momentos llegaron a caer unas gotas.


Llego a la falsa cima, y ya veo el final de la ascensión. Queda sólo un km al 8,5% que también se hace largo.


Desde ese km final las vistas del Brañavalera son tremendas.


Tras coronar al bajarme de la bici, me dolían y temblaban las piernas como hacía tiempo que no lo hacían, que duro se ha hecho, pero que bien lo he pasado, jajaja.


Bajo hacia Lena, con una fina lluvia que se hace algo molesta. El Gamoniteiro, a ver si para el próximo mes...



Tras llegar a Pola de Lena, me quedan unos kms muy cómodos (y más aún con el viento soplando a favor) hasta Soto de Ribera, donde tomo rumbo a Oviedo a través del Condado.


Y a 3kms de casa vuelve a llover otra vez, con el sol brillando también, formando este arco iris.


Llegue a casa roto, pero muy contento por haber subido un puerto grande. Poco a poco...