El pasado sábado nos acercamos hasta el oriente asturiano para hacer una ruta que transcurriese por las inmediaciones del alto Sella, por los concejos de Ponga y Amieva, y una incursión en el leones valle de Sajambre.
La ruta fue de 121kms y 2850m de desnivel, con las subidas al
Collado Tresiero,
Pontón-Panderrueda,
Collada Llomena y la
Collada Mohandi.
Iniciamos la ruta a media mañana Diego, Gilberto, Pablo y yo. Tras un par de kms de falso llano llegamos al cruce donde comienza el Collado Tresiero. Por esta vertiente es una subida muy cómoda, con alguna rampa dura al principio, pero su pendiente va disminuyendo según avanzan los kms.
Al no tener mayor dificultad y al ser el entorno tan bonito, antes de darnos cuenta hemos coronado. Pero la bajada, empinadísima y llena de herraduras, tiene una encerrona en modo de km al 11% de media con rampas al 18%.
Tras superar la encerrona llegamos a Vega de Cien y tenemos unos kms pesados de general hasta llegar a Puente Vidosa, donde la cascada de Aguasaliu está prácticamente seca.
A partir de ahí entramos de lleno en el desfiladero de los Beyos. Una verdadera maravilla rodar por aquí.
EL comienzo del puerto es muy difuso, poco a poco va incrementándose la pendiente hasta estabilizarse en torno al 6% hasta que llegamos a Oseja de Sajambre.
Salimos de Oseja y nos metemos de lleno en una garganta con unos precipicios brutales.
Nos quedan unos 10 kms hasta la cima del Pontón, en los que se alternan tramos casi llanos con otros de pendiente entre entre el 5-6%. El paisaje ahora es de praderas y bosques, con bonitas vistas del valle que va quedando a nuestros pies.
Llegando a la cima está la Fuente del Infierno, así que aprovechamos para coger agua, que ya llevábamos los botellines secos.
Nos quedaba un km para coronar, así que me descuelgo unos metros para en cuanto vea el cartel del puerto, meter plato y atacar. Pero el plan me sale mal ya que pese a que le di a la maneta con la mayor suavidad posible para que no sonase, los compañeros estaban ya con el cuchillo entre los dientes y no me dio tiempo a ponerme de pie antes de que ya empezasen ellos a sprintar, jajaja.
Comenzamos a bajar para enlazar con Panderrueda y nos cruzamos con Javi, Joseba y Luis que venían desde Unquera por San Glorio y los Pandes. Unos minutos de amena charla y seguimos cada uno nuestra ruta.
El tramo entre el Pontón y Panderrueda, de unos cuatro kms, se me hace bastante largo. Es muy monótono y rectilíneo, con bosque muy tupido y sin vistas hasta que se llega a la cima, donde los Picos de Europa nos recompensan el esfuerzo de subir hasta allí.
Nos abrigamos y bajamos hasta Oseja, donde vamos a parar a comer. Llevo más de una hora con el estómago rugiendo, así que al llegar al pueblo, mientras los compañeros se quedan un momento hablando, yo me tiro de cabeza a asaltar el bar sin esperarles ni nada, jajaja.
Tras el reparador bocadillo, continuamos la bajada hasta llegar a Puente Vidosa de nuevo donde nos desviaremos hacia la Collada Llomena, el durísimo puerto de paso que todavía no ha sido utilizado nunca en competición.
Los primeros kms son a través de una garganta. Alterna rampas sostenidas por encima del 10% con descansos puntuales que dan algo de vidilla. El paisaje es espectacular y pese a la dureza se puede disfrutar un montón de la subida.
Antes de llegar a Viego está la zona más dura de la ascensión, un km a más del 12% de media con rampas hasta del 18%. Pero en esta subida tengo las mejores sensaciones de todo el día y lo supero mucho mejor que la otra vez que subí por aquí.
Una vez superado el pueblo, la pendiente disminuye y se mantiene en torno al 8-9%, y podemos ver todo el valle por el que hemos ido subiendo.
La fase final de la subida atraviesa un bosque, que puntualmente se abre y nos deja ver el pico Pierzu delante nuestro.
Y corono, con los compañeros esperándome pacientemente ya que han subido dándose zapatilla y llevan un buen rato ya en la cima, jajaja.
Bajamos por la otra vertiente, atravesando el precioso Bosque de Peloño, y llegando al valle, de nuevo metidos en otra garganta espectacular.
El terreno es muy cómodo y llegamos en un momento a Sellaño, punto de inicio de la última subida del día, la Collada Mohandi. Aprovechamos para hacer el último avituallamiento del día y alguno se toma un café que debía de llevar EPO, jajaja.
Arrancamos la subida y de nuevo vuelven a soltarse unos hachazos tremendos, jajaja. Por mi parte intento apretar un poco, pero tras dos kms, justo al pasar Cazo hago catacrack, así que hago el resto de la subida en modo supervivencia, con amagos de calambres, pero intentando disfrutar de una de las ascensiones más bonitas de Asturias.
Esta foto está hecha justo en el lugar donde peté, después ya no estaba para muchas alegrías, jajaja.
Ya solo quedaba bajar de nuevo hasta el coche. Una gozada de ruta, por una de las zonas más bonitas de Asturias y con la mejor compañía, aunque vaya mecha más corta que tienen, jajaja.