El Pozo de las mujeres muertas - Valvaler es otro de los puertos del occidente asturiano, esa región llena de todo tipo de puertos. Un puerto atípico dentro de Asturias, sin árboles, la antítesis a esa explosión de vegetación que es su vecino puerto del Connio. Se trata de un puerto con tres vertientes. Aquí veremos la más dura de las tres, que discurre en su totalidad por el concejo de Ibias.
Se trata de un puerto durísimo, mucho más de lo que indica su engañosa media. Tiene tres zonas con varios kilómetros encadenados con rampas constantes al 9-10%, con algún pequeño descansillo que baja la media de esos kilómetros. A esto hay que sumar varios factores como una carretera ancha y rectas eternas en las que la sensación es de no avanzar. Otro es que el puerto es muy abierto y sin sombras, por lo que el viento, y sobre todo el calor endurecen sobremanera la subida.
A la hora de afrontar la subida hay que tener en cuenta la ausencia de fuentes en el puerto, por lo que deberemos de llevar una buena provisión de agua desde el inicio para evitar una posible deshidratación.
También se hace muy duro mentalmente ya que la cima se ve prácticamente desde el comienzo del puerto.
Todos estos factores hacen del Pozo de las mujeres muertas, en mi opinión, el puerto de paso más duro de Asturias.
Como curiosidad, comentar que el nombre del puerto viene de una mala traducción de la palabra tierra (mucheres o mutzeres en la zona), aunque la siempre rica tradición de leyendas haya creado una macabra historia para explicar el nombre. El nombre simplemente deriva de las antiguas explotaciones mineras de la época romana, de las que aún queda algún vestigio.


La ascensión comienza en este cruce entre la AS-210 y la AS-29, que será la carretera que tomaremos. Cruzamos el río Ibias y tras unos 300m de ligero descenso comienza la ascensión.




Primero tendremos que ascender hasta un primer alto. Durante algo menos de dos kilómetros ya veremos las principales características del puerto: grandes rectas, carretera ancha, pendientes continuas rondando el 9-10%, y rampas puntuales por encima del doble dígito.





Al llegar al primer alto ya podemos ver el resto de la ascensión en su totalidad. Aquí disfrutaremos de casi tres kilómetros de toboganes, siempre con ligera tendencia descendente, que servirán para coger aire de cara a lo que resta de subida.



Tras 600m de empinado descenso, cruzamos el río Aviouga y comienza la parte definitiva de la ascensión.
El comienzo es demoledor, casi dos kilómetros en los que la pendiente apenas baja del 10%.



Justo antes de llegar a Seroiro encontramos un pequeño descanso.


Al llegar a Seroiro finaliza el descanso y la pendiente vuelve a aumentar hasta el 7-9%, pero de manera más discontinua.




Llegamos a la zona central del puerto, donde disfrutaremos de 2kms de pendientes bastante cómodas que rondan el 4%.


Esta zona hay que aprovecharla para coger aire, ya que la visión de lo que resta hasta la cima no es nada halagüeña.


Poco a poco la pendiente vuelve a aumentar hasta llegar a un nuevo y ligero descanso.


Al llegar al cruce del pueblo de Valvaler, entramos en la zona final de la subida. De aquí a la cima el puerto es demoledor. 3kms a casi el 10% de media, sin un solo descanso y con varios rampas al 13-14%.



Las grandes rectas, en las que parece que no se avanza, y la visión de lo que queda, hacen de este puerto uno de los más duros de afrontar mentalmente.



Cuanto más nos acercamos a la cima, más aumenta la pendiente.


La última rampa es terrorífica. La pendiente va aumentando progresivamente hasta llegar al 14%.


Tras la herradura final, la pendiente disminuye paulatinamente hasta convertirse en un falso llano que nos conducirá a la cima de Valvaler.


Desde aquí podremos observar todo lo ascendido, que no ha sido poco.



Tras 1km muy cómodo, alcanzamos la cima de Valvaler. Desde aquí tendremos 1km de ligero descenso hasta llegar al Pozo de las mujeres muertas.


En este tramo podremos disfrutar de unas vistas increíbles del Valledor y de la vertiente del Pozo que asciende por él.





El Fario es un pico situado entre los concejos de Villaviciosa, Gijón, Siero y Sariego. En su día ya presente la vertiente sur, hoy voy a presentar la vertiente norte, que discurre casi totalmente por el concejo de Villaviciosa. Al igual que la otra vertiente, esta ascensión no es más que la prolongación del Collado Fumarea.
Esta vertiente es más dura que la otra ya que tiene varios kilómetros por encima del 8-9%, y una mayor longitud, excluyendo la parte inicial de valle.
En total son algo más de 12kms de ascensión, a una engañosa media del 5,4%, y que alberga rampas muy duras, sobre todo en el tramo final de subida hasta las antenas.


En la localidad de Peón comienza la subida, allí tomaremos la carretera AS-331 dirección Pola de Siero.


Los primeros kilómetros, hasta llegar a Candanal, son muy suaves. Falso llano y algún pequeño repecho sin mayor dificultad.


Al salir de Candanal comienza la subida propiamente dicha. En la zona de herraduras que se ve en la foto las rampas superan el doble dígito, dejándonos claro que no va a ser tarea fácil alcanzar la cima.



Rápidamente se va ganando altura y la pendiente se mantiene constante en el 9-10%.




Después de unos tres kilómetros bastante duros, se llega al pueblo de Argoñoso. Tras superarlo se llega a un tramo de descanso de algo más de un kilómetro que nos permitirá coger aire de cara a afrontar la parte final de la ascensión.
En esta zona, debido a las explotaciones madereras, el asfalto está en mal estado y la carretera está muy sucia.


Desde la zona alta de la subida, las vistas del valle del rió España son espectaculares, divisándose el mar al fondo.


Finalizado el descanso, quedan dos kilómetros duros hasta llegar al Collado Fumarea. La pendiente en esta zona ronda el 8-9% y el asfalto está algo roto, al estar dentro del bosque y ser un tramo sombrío.




Tras un par de herraduras llegamos a Fumarea.


Y en la misma cima nos desviaremos a mano derecha rumbo al Pico Fario. Unos dos kilómetros de subida discontinua nos aguardan.


Al poco de coger el desvío ya encontramos esta rampa que alcanza el 15%.


Llegamos a un ligero descenso desde el que vemos las antenas de la cima, y tras el cual tenemos otra rampa del 15%.



Un nuevo descanso y llegamos a la zona más dura de la subida, 300 metros terroríficos que alcanzan un máximo del 20%.



A partir de aquí la pendiente va disminuyendo gradualmente hasta alcanzar la cima.




Las vistas desde la cima, en caso de estar el día despejado, son espectaculares, con más de media Asturias ante nuestros ojos.