El Jitu de Escarandi es, para mí, la ascensión más bonita de Asturias. Enclavada en el corazón de los Picos de Europa, es una verdadero lujo poder acceder hasta allí con la bicicleta de carretera, y mucho más poder hacerlo empezando a la orilla del mar.
En compañía de Carlos y Marcos visité el Jitu, dentro de una ruta de 110kms y 2400m de desnivel, con las subidas al ortiguero, Jitu, Ortiguero y Los Carriles.




Salgo de Posada de Llanes con Marcos poco después de las 9 de la mañana. La temperatura es fresca, pero se ve que va a calentar a mediodía por lo que vamos los dos de corto.
Los primeros kms de ruta son de falso llano, ideal para calentar, o más bien para recalentar, porque este año Marcos está que se sale y me lleva a un ritmo más que alegre, jaja.


La vertiente de Posada del Ortiguero es bastante sencilla y vamos avanzando kms sin demasiada dificultad, hasta coronar.



La bajada del Ortiguero por Cabrales es muy escénica y nos deja en el mirador del Urriellu. Ya ha salido el sol y el día, y el Urriellu, lucen magníficos.



En Carreña se nos une Carlos que va a hacer un sube-baja al Jitu.
Tras tomar un café en Arenas nos desviamos hacia Poncebos. Vamos ganando altura muy suavemente al lado del cares y el paisaje se vuelve espectacular, como antesala de lo que nos espera.



Llegamos a Poncebos y ya llevamos el "flipómetro" a tope, y eso que todavía no hemos empezado a subir.



Comenzamos la subida. Los primeros 4kms son muy duros, con una media que ronda el 9%. Pero el paisaje es tan bonito que pasan volando. Hay tantas distracciones que no hay tiempo en pensar en el dolor de piernas.










Tras superar una rampa sostenida bastante larga por encima del 10%, finalizamos la primera parte de la subida. A partir de aquí tenemos unos kms más sencillos donde iremos ganado altura al lado del Duje. Avanzaremos por la divisoria entre el macizo central y el oriental de los Picos de Europa.






Cuanta más altura ganamos, más espectacular se vuelve el paisaje.






Nos acercamos a Sotres y enfrente vemos el camino que lleva a la vega de Urriellu.



Sotres aparece ante nosotros, y podemos ver también el rampón que nos espera para entrar al pueblo.




Tras el calentón que llevamos para entrar en Sotres, hay un pequeño descanso que tratamos de aprovechar al máximo. El motivo es que nos espera un kilómetro al 15% de media para llegar a la Caballar, lugar donde se situó la linea de meta en la etapa de la Vuelta a España del 2015.



Pendientes que alcanzan el 20%, pendientes sostenidas al 13-14%...Hay que tomarlo con mucha calma y tratar disfrutar de las vistas que tenemos de Sotres y Pandebano.



Coronamos La Caballar con mucho esfuerzo y la satisfacción de saber que hasta la cima del Jitu sólo nos quedan 2kms de suave ascensión atravesando una zona de praderas espectacular.



Coronamos el Jitu y echamos un vistazo a la espectacular vertiente de Tresviso. La dejamos para otro día que tengamos más tiempo.




Ahora toca alucinar con las vistas desde la cima y hacer la foto de grupo de rigor.







Bajamos el Jitu con calma. Carlos nos deja, como siempre, un placer.
Paramos en Arenas a comer. Nos sentamos en una terraza al sol con una temperatura muy agradable y además nos ponen a AC/DC para amenizar la comida. Más no se puede pedir, jaja.


Toca deshacer el camino andado y subir el Ortiguero por la vertiente de Cabrales, muy escénica y con una visera espectacular. Aquí el calor aprieta y se me hace un poco larga. Las sensaciones de todo el día han sido muy buenas per aquí noto la falta de algo de fondo.






Tras coronar el Ortiguero bajamos hacia Posada, pero poco antes nos desviamos hacia los Carriles, que no es más que una pequeña cota de unos dos kilómetros. Aún así es una buena encerrona con tramos largos sostenidos muy por encima del 10%.
Nos encanta la subida, y nos encanta la bajada, con un trazado muy guapo. La pena fue que en la costa estaba metida la niebla y apenas tuvimos vistas durante la subida.







Ya sólo nos quedaba volver a Posada por la general, pasando al lado de la playa de San Antolin. De la alta montaña al mar en 50kms.


Una ruta con el Jitu siempre es un lujo, y con la compañía de Marcos y Carlos aún más.