El alto de Brañúas, perteneciente en su totalidad al concejo de Villayón, es una subida larga, pero irregular.
La subida consta de tres partes totalmente diferentes. Una primera de pendientes duras pero asequibles, una segunda de pendientes suaves e incluso descendentes, y una tercera con 3kms de duras pendientes que nos llevarán hasta la cima.
Como podemos ver se trata de una subida totalmente diferente a la vertiente opuesta que ya vimos en su día aquí


La subida empieza en el Puente Polea, en la carretera AS-35. Este es también el punto de inicio del alto de La Marta y de la subida a Valdedo.


La subida comienza con pendientes duras, que rondan el 7-8%.



Tras el primer kilómetro la pendiente descenderá ligeramente y se situará sobre el 5-7%. La carretera atraviesa una zona arbolada aunque no muy cerrada.


Llegando al pueblo de Carrio la arboleda será sustituida por praderas, y las vistas de los alrededores serán amplias.



A la derecha ya podemos ver el parque eólico en el que se sitúa la cima de Brañúas.




Nos acercamos al Alto de Los Cándanos, o Alto de Villayón, donde nos desviaremos a la derecha dirección a Navelgas.




Tras el desvío el asfalto empeora y pasa a ser bastante botoso. La pendiente se mantendrá cosntante entre el 5-7%.



La subida va ganando en belleza con los kilómetros, y se pasa junto a rincones tan bonitos como este antiguo molino.


La fase intermedia de la subida es muy cómoda, con pendientes suaves e incluso algún tramo de descenso.


El paisaje es espectacular, con la carretera cortando por la mitad las empinadísimas laderas.



A la derecha podemos ver Lendequintana, el pueblo que marca el final de la primera parte de la ascensión a La Marta.


Tras casi 12kms de subida llegamos al pueblo de Parlero.


Tras pasar Parlero afrontaremos casi 3kms de ligero descenso. Al fondo ya vemos la cima y las duras zetas que vamos a tener que afrontar antes de coronar.



Tras finalizar el tramo de descenso, la carretera se inclinará bruscamente. Durante casi 3kms la pendiente se situara en torno al 9-10%, con picos que llegarán al 14%.



Estas rectas se hacen muy duras ya que a la pendiente elevada que tienen hay que sumar los kilómetros de subida que ya llevamos en nuestras piernas.



Esta es la herradura que nos dejará encarados para atacar la cima.


Tras un explosivo final de puerto, por fin se alcanza la cima.






La Collada de Arnicio es un puerto clásico asturiano que sólo había ascendido una vez debido al mal estado de su piso. 5 años después decidimos volver allí, en una ruta en la que el plan era hacer kilómetros de rodaje cómodo con una dificultad montañosa a la mitad, por lo que visitar la Collada de Arnicio era el plan ideal.
En total fueron 129kms y 1500m de desnivel acumulado.



Salimos de Oviedo Javi, Marcos y yo rumbo a Infiesto por la general. El terreno es cómodo, pero la temperatura es fresca, así que paramos en Nava a comer una de sus famosas palmeras, acompañada por un café que nos ayude a entrar en calor.


Seguimos rumbo a Infiesto. Nos cruzamos a Dosoro que se une a la ruta. En Infiesto nos desviamos hacia la Collada de Arnicio. Hasta La Marea tenemos 12kms de falso llano.



Tras pasar La Marea entramos en el concejo de Caso y comienza el puerto. Nos esperan unos 9kms a algo más del 6% de media, con un asfalto en bastante mal estado.


La subida va la mayoría del tiempo metida en el bosque por lo que no tiene mucho que ver. Pero en las zonas donde se abre las vistas son bonitas, y más aún en otoño.




La subida es bastante irregular, alterna rampas al 10% con descansos amplios a pendiente moderadas.



A 2kms de coronar ya se ve la cima al fondo. Esta última parte de la subida si que es espectacular.






Y con unas vistas brutales del parque de Redes, coronamos la Collada de Arnicio, un puerto disfrutón.



Comenzamos a bajar hacia el valle del Nalón. Si por la vertiente que subimos el asfalto está en mal estado, por la de bajada directamente no existe en algunos tramos.
Tras pasar Bueres nos desviamos a la derecha por la carretera que baja a Tanes, que tiene el asfalto en perfecto estado y es preciosa.
En la zona baja se atraviesa una espectacular garganta que cruza el río Orlé.







Llegamos al corredor del Nalón. El terreno vuelve a ser muy cómodo ya que casi todo el tiempo pica hacia abajo.



Según bajamos el valle nos vamos metiendo en la cuenca minera, pasando al lado de lugares míticos como el Pozo Sotón.


Y entramos a Oviedo subiendo a San Esteban de Las Cruces por Tudela Veguín. La subida es sencilla, pero la hacemos a buen ritmo y se acaba haciendo dura.


Gran ruta, pero como siempre, lo mejor es la compañía.