Desde que hace unos años volví a andar en bici, siempre había oído la matraca continua sobre Trobaniello, que si es perfectamente ciclable, que si es el Finestre asturiano....
Así que tras ver la épica etapa del Giro de este año en la que Froome hizo el marciano en Finestre, por fin me decidí a visitar Trobaniello, tras muchos años dándole largas.
La ruta fue sencilla, salir de Caranga de abajo para subir Trobaniello y bajar por Ventana. 62kms y 1400m de desnivel.

Llegando a la capilla de Trobaniello


Poco después de las 10 de la mañana salimos Carlos y yo de Caranga de abajo. El día está perfecto y se ve que para la cordillera va a estar despejado y que va a hacer calor.
En los primeros 11kms de ruta remontamos el valle de Quirós. El terreno es ligeramente ascendente con algún repecho intercalado, perfecto para ir calentando las piernas.


Pasamos al lado de la iglesia románica de San Pedro de Arrojo.


Tras pasar Santa Marina nos desviamos hacia Ricabo. Comienza el puerto, y lo hace con pendientes suaves, en torno al 4%.


El valle es precioso, y a nuestra derecha, muy alto, podemos intuir el trazado de la pista por la que vamos a ascender.


Al llegar a Ricabo nos desviamos hacia Trobaniello. Ante nosotros lucen espectaculares los Huertos del diablo.




Además este año tan lluvioso ha hecho que todo luzca precioso. El color verde delumbra de lo que brilla.


Tras algo más de 6kms de puerto nos metemos en la pista de tierra. El estado de la pista es horroroso, con muchísimas piedras y bastantes socabones. Había leído que los 2 primeros kilómetros eran los que estaban peor, así que con mucha paciencia vamos avanzando. Por suerte las pendientes no son muy duras y rondan todo el tiempo el 6-7%.


Nos metemos de lleno en un hayedo precioso. La pista mejora ligeramente y ya se adapta más a lo que me esperaba encontrar.



El puerto no tiene grandes pendientes, pero se hace muy duro mentalmente ya que hay que estar constantemente pendiente de la trazada, ya que el más mínimo despiste te puede hacer caer.
De golpe salimos del bosque y llegamos al asfalto. En estos tramos la pendiente va a aumentar de manera espectacular. El primer tramo asfaltado tiene una recta con unos 300m que están todo el tiempo entre el 15-17%.



En estos tramos asfaltados se puede volver a levantar la cabeza para mirar el paisaje. Así podemos ver el espectáculo que nos estamos perdiendo por culpa del piso.


El segundo tramos asfaltado es brutalmente duro. Tiene 600-700m en los que la pendiente apenas baja del 15%.




Ahora alternamos tierra y asfalto. Los tramos de tierra comienzan a estar en muy mal estado, con muchas roderas, piedras y tierra sin pisar. La rueda se hunde mucho y es casi imposible mantener el equilibrio.






Tras un par de amagos de caídas por mi parte, y un par de caídas por parte de Carlos, llegamos a un tramo que está tan mal que es imposible de hacer sobre la bici.


Tenemos que hacer unos 300-400m andando, con el Gamoniteiro vigilándonos al fondo.



Llegamos a una especie de cresta, donde tenemos unas vistas brutales del valle de Ventana.


Como se puede ver en la foto, el estado de la pista a día de hoy es horroroso.



Llegamos a la capilla de Trobaniello. La pista está tan mal que es casi imposible ir sobre la bici pese a ser casi llano. Se va mejor por la cuenta e incluso campo a través, jaja.



La nueva épica es subir por donde hay roderas en las que cabe un paisano.


Nos vamos acercando al final y Carlos y yo ya estamos hasta los h... de Trobaniello, jaja.



Tras un rampón de hormigón coronamos Trobaniello. Al fondo vemos la cima de Ventana. Nos quedan unos 4kms llanos de pista para llegar allí. Yo ya no veo la hora de llegar de nuevo al asfalto.


Y por fin llegamos a Ventana. Se me apetece besar el asfalto como si fuese el Papa, jaja.
El valle de San Emiliano luce espectacular, luciendo un verde deslumbrante.




Bajar Ventana con el asfalto nuevo es un lujo. Además el puerto está tan guapo como siempre.






Sin más complicación que un molesto viento de cara durante los últimos kilómetros, llego al coche con las cosas claras. Trobaniello no es ciclable con bici de carretera, pistas en este estado hay a cientos en Asturias, y con todas las carreteras que hay en Asturias no hace falta este tipo de inventos raros.
De recuerdo me llevo la rueda trasera descentrada y su cubierta para tirar con menos de 1000kms. Sólo recomiendo Trobaniello si te gusta caerte o desguazar la bici.
Como siempre, lo mejor de la ruta fue la compañía, aunque no sé si Carlos me va a volver a dirigir la palabra, jaja.


La Collada Mohandi es un puerto cada vez más conocido situado en el oriente de Asturias. La vertiente de Sellaño discurre íntegramente por el concejo de Ponga.
Estamos ante una ascensión que sin ser muy dura, si que encierra cierta dureza ya que es muy constante en sus rampas durante los casi 6kms que tiene de longitud. La pendiente se sitúa siempre entre el 7 y el 8%, con rampas muy puntuales por encima del 10%.
Estamos también ante una de las subidas más bonitas de Asturias. Situado en pleno Parque natural de Ponga, cada detalle de puerto es espectacular. Tanto el trazado, las vistas, como el entorno en el que se desarrolla la subida, hacen de esta un verdadero paraíso para el cicloturismo.





La subida comienza en Sellaño, donde abandonamos la AS-261 y cogemos la carretera AS-339 en dirección a Sevares


Tras unos 100m casi llanos, la pendiente se eleva y se sitúa en torno al 7-8%. Apenas volverá a variar hasta coronar.



La carretera es estrecha y va jugando con la ladera, incluyendo un pequeño y bonito túnel excavado en la roca.


La subida es muy variada y lo mismo se atraviesa una zona arbolada que unas praderas con pequeños picos alrededor.



En las zonas donde se abre la subida, las vistas del valle de Ponga son espectaculares.


Tras unos 2kms de subida llegamos al pueblo de Cazo.


A la salida de Cazo, atravesaremos una bonita zona con una ladera llena de rocas a nuestra derecha.



Las pendientes siguen muy constantes en torno al 7-8%.



La subida está llena de rincones preciosos. Estamos sin duda ante una verdadera joya para practicar el cicloturismo.


Según vamos ganando altura las vistas son cada vez más espectaculares.




Tras casi 6kms de puro gozo cicloturista, vemos la cima delante nuestro.


La cima de esta preciosidad de subida se sitúa en el límite de los concejos de Ponga y Piloña.