Cuando abrí el blog el pasado verano, ya tenía en mente recordar alguna etapa histórica del ciclismo, ya fuera por las exhibiciones que se vieran en ella, o las bomberadas que se vieron en ellas, jajaja.
Y que mejor etapa para inaugurar la sección que la mítica etapa de Morzine del Tour de Francia del 2006, en la que Floyd Landis pulverizó a todos sus rivales y prácticamente sentenciando el Tour a falta de la última CRI, pero antes de contar eso hay que ponerse en situación, y contar lo que fue aquel Tour antes de la famosa etapa...

Tour 2006

El Tour 2006 era el primer Tour que se corría tras retirarse Armstrong y el máximo favorito durante todo el año fue Basso, y según se iba disputando el Giro y se veía como estaba arrasando en la ronda italiana, su papel de favorito aumentaba aun más. Hasta que en pleno Giro estalló la Operación Puerto (¿algún día sabremos toda la verdad?) y las posteriores filtraciones a la prensa hicieron que ni Basso, ni Ulrich, ni Mancebo, ni el Astana pudieran correr esa edición, por lo que en la linea de salida no había ningún ganador del Tour, ni ninguno de los 5 primeros de la edición anterior, algo nunca visto en la historia moderna del Tour.

Debido a todo eso, el Tour se planteaba tremendamente abierto, con multitud de corredores que podían aspirar a algo muy grande, Valverde (que venia de hacer doblete en las Ardenas, con victorias en Flecha y Lieja), Evans, Landis, Kloden, Sastre, Menchov y una larga lista de corredores con posibilidades de hacer algo muy bonito en Francia.

También iba a ser el Tour de la limpieza, sin el, ya por aquella época, sospechoso americano, ni los afectados por la Operación Puerto...

El recorrido comenzaba con un prólogo de 7,1kms en Estrasburgo, continuaba con las típicas etapas llanas, con alguna etapa con cotas intercalada, una etapa CRI plana de 52kms, una etapa de aproximación a los Pirineos de media montaña, Un etapón salvaje en los Pirineos, dos etapas de media montaña, y tres etapones en los Alpes, y una CRI final muy quebrada y de 57kms, haciendo que el recorrido global fuera muy duro y muy equilibrado, uno de los mejores de los últimos años, con muchos kms CRI y etapas de montaña de mucho fondo, con enlazados salvajes.

En el prólogo se imponía sorprendentemente Thor Hushovd, con Valverde 5º a solo 4 segundos, Landis 9º a 9 segundos y Pereiro 56º a 26 segundos.

Hasta la CRI disputada en la séptima etapa, todas las etapas menos una (ganada por Kessler) fueron disputadas al sprint, con victorias para Casper, McEwen (3) y Freire, pero con la mala noticia de la retirada de Valverde, al fracturarse la clavícula en una caída en la tercera etapa. El mayor favorito para la carrera, y que había vencido a Armstrong en Courchevel el año anterior, se tenía que ir prematuramente a casa.

Una imagen demasiado habitual

Llegamos a la séptima etapa, una CRI de 52 kms disputada entre Saint-Gregorie y Rennes, vencida por Honchar, que se colocaba también como lider, Landis segundo a 1'01'', Kloden 8º a 1'43'', Menchov 9º a 1'44'' y Pereiro23º a 2'41''. La decepción del día fue Leipheimer, que se dejo 6'05'' y perdía casi todas las opciones que tenía de llegar al podium.

Y tras otras 2 etapas sin mayor historia, saldadas con victorias para Calzati y Freire, la carrera llegaba a Pau en su décima etapa, con los puertos de Soudet y Marie Blanque incluidas, con victoria para Mercado sobre Dessel, vistiéndose el francés el maillot de líder.

Y llegamos por fin a la gran etapa pirenaica de esta edición, entre Tarbes y Pla de Beret, 206 kms y casi 6000m de desnivel acumulado, un verdadero maratón montañoso con las ascensiones al Tourmalet, Aspin, Peyresourde, Portillon y Pla de Beret.

206kms y casi 6000m de desnivel.

La etapa comenzó con la típica lucha por coger las escapadas de salida, en la que acabó triunfando la aventura protagonizada por De La Fuente, Camaño, Flecha y Weggman, llegando De La Fuente en solitario hasta el falso llano anterior a la subida a Pla de Beret. 
Los favoritos se tomaron la etapa con bastante calma, pero el calor que hizo ese día y el desnivel acumulado causaron mella en el pelotón descolgandose corredores poco a poco, el primero un Mayo protagonizando un espectáculo bochornoso con la moto de la tele francesa, para terminar abandonando, y Pereiro, que en el Peyresourde cedía, dejándose más de 26 minutos al concluir la etapa.
En el Portillón, los T-Mobile aumentaban el ritmo y dejaban el pelotón reducido a unos 20 corredores, y en el falso llano previo a Pla de Beret, los Rabobank de un valiente Menchov, ponían un ritmo infernal con el que poco a poco varios corredores iban descolgandose hasta quedarse solo en cabeza Evans, Sastre, Leipheimer, Kloden y Menchov. El desnivel acumulado estaba haciendo mella, y una subida no muy dura como Pla de Beret estaba causando verdaderos estragos.


Menchov, que ya conocía la llegada ya que se había impuesto allí en una etapa de la Vuelta a Lleida en su época de amateur, se hacía con la victoria ante Landis, que se hacía con el maillot amarillo, y Leipheimer, y sacando 17 segundos a Evans y Sastre.

Valiente

Tras la etapa, la clasificación general quedaba así:

1. Floyd Landis
2. Cyril Dessel a 8"
3. Denis Menchov a 1:01
4. Cadel Evans a 1:17
5. Carlos Sastre, a 1:52
6. Andreas Klöden, a 2:29
7. Michael Rogers a 3:22
8. Juanmi Mercado a 3:33
9. Christophe Moreau a 3:44
10. Marcus Fothen a 4:17
11. Haimar Zubeldia a 4:26
13. Levi Leipheimer, a 5:39

Y Pereiro perdido en la general a más de 28 minutos. 

Continua aquí.
El día 21 de este mes fuimos a visitar los Puertos de Maravio por Villamayor, vertiente que aun no conocíamos. El plan inicial incluía más subidas, pero una avería nos obligó a recortar la ruta, dejándola en  74kms y 1300m de desnivel
David, Pablo y yo formamos la grupeta.


Salimos de Trubia con bastante frío y vamos remontando el valle, que va picando hacia arriba constantemente,  tranquilamente.
Tras desviarnos en Caranga rumbo a Teverga, el desfiladero se estrecha y se vuelve realmente bonito.




Llegamos a Entrago y nos desviamos hacia los Puertos de Maravio. Los primeros kms son muy tendidos.



Tras 3 kms suaves, con alguna rampilla por el medio, llegamos al cruce de Villamayor y la carretera se inclina bastante.


Hay zonas de bosque y otras zonas más abiertas.




Y tras algo más de dos kms al 9-10%, llegamos a Villamayor, con una buena rampa para entrar en el pueblo.


Para atravesar Villamayor hay que subir una rampa de hormigón de unos 400m a más del 16% de media. Comienzo a subir sentado, la bici me hace un caballito y no me voy al suelo de milagro, así que me pongo de pie y toca apretar mucho. El hormigón está bastante mal y además es muy estrecho, así que se hace muy difícil de subir. Las rampas llegan al 20% y por fin vemos el final de la rampa. Uff, se me ha hecho durísima, pero les hemos dado un buen espectáculo a los vecinos del pueblo, jajaja.
Tras pasar el hormigón hay un descansillo de unos 300m que me da la vida y aprovecho para observar las Ubiñas.


A partir de ahí, la carretera se convierte en una caleya, llena de baches y con mucha gravilla, y alterna rampas que llegan al 20% con descansillos largos que permiten recuperar. Así que con un par de apretones se llega bien arriba.


Llegamos a la cima. No me gusto nada la subida, para mí, la vertiente CIMA más fea de Asturias. El único aliciente es el rampón de hormigón, pero como no me gusta el hormigón...


Y bajamos por la vertiente de Prado, atravesando los espectaculares Puertos de Maravio, monumento natural.








Paramos en la Ermita de Santa Ana, para hacernos una foto con el cartel.


La vertiente de Prado, por donde bajamos, es realmente bonita, mucho más merecedora de ser CIMA, con un trazado y unas vistas espectaculares.


Lo único malo de esta vertiente es que tiene un motón de baches, y Pablo pilló uno de lleno y dio un llantazo, pinchando. Luego la cosa se torció, válvulas que desaparecen, tuercas que desaparecen, muelles que desaparecen, válvulas que salen disparadas... cuando la cosa se tuerce, se tuerce, jajaja.


Así que decidimos recortar la ruta, y bajar directamente a Trubia.
Como siempre, un placer rodar con Pablo y David, unos cracks.
Crónica de la ruta de ayer, con las subidas a La Cerezal y al Mirador de Monteagudo, 72kms y 1500m de desnivel. Formamos la grupeta, Hugo, Javi, Luis y yo.


Quedamos en Muros del Nalón y al llegar me encuentro esta escena, así que me planteo volver a casa directamente, jajaja.


Salimos de Muros y bajamos hasta la Playa del Aguilar, en esta época está vacía, y así es muy bonita.


Pero toca volver a subir hasta la general, con un repecho de algo más de un km bastante duro. Las piernas están frías y se hace bastante duro.


Para evitar la general, bajamos a Cudillero y tenemos otro duro repecho para volver a la general, por la que hacemos sólo un km y nos desviamos a la antigua general, por la que nos desviamos hasta San Martín de Luiña, donde paramos a comer algo. 
Después seguimos dirección a La Cerezal, remontando unos kms por un valle precioso.





Al fondo ya vemos el collado en el que debemos desviarnos para ir a La Cerezal.


La carretera, llena de hojas, y sin tráfico, es una pasada para rodar.



Último repecho para llegar Arcallana y desviarnos hacia el coco del día.



Comenzamos a subir La Cerezal, la subida es muy constante, entre el 10-11%, con largas rectas que se hacen duras.



Pero las vistas son realmente bonitas. Pese a estar en el centro de Asturias y al lado de la costa, la sensación de soledad es continua.


Tras 2 kms la carretera se inclina aun más y hay un par de rectas duras de verdad.


Y llegamos al primer collado, con un rampón para coronarlo, y un descansillo tras él.


Il Capitano postureando.


Y ya vemos la cima al fondo, pero aun quedan rampas duras...


...como esta, que llega al 19%.


Las vistas desde arriba son increibles, y hacen más amena la subida.


Y llegamos a la cima. La Cerezal es muy bonito y bastante duro, con múltiples posibilidades de enlazado.


Foto de grupo, cada loco con su tema, jajaja.


Desde la cima las vistas del centro de Asturias son preciosas.


La subida enlaza perfectamente con Peñas del Viento, a través del "Circo de Litor pixueto".


Bajamos por la otra vertiente de La Cerezal, que tiene unas rampas bestiales, aunque para bestias los cazadores que nos cruzamos. Disparando desde la cuneta, con un par, valientes h...
Olvidemos a esos desgraciados y sigamos con la ruta. Llegamos a Malleza y desde allí bajamos a Pravia, por un terreno bastante bonito.


Y en Pravia nos desviamos hacia Muros por la subida de La Fayona, muy tendida, solitaria, y muy bonita, una zona muy guapa para rodar.




Y con las típicas escaramuzas de fin de ruta, con una actitud totalmente alejada del cicloturismo, jajaja.
Hugo corona...


...y llega el crack, que ha pagado la exhibición de La Cerezal, jajaja.


En la cima de La Fayona, vemos una carretera que va a un mirador, así que Javi y yo vamos a investigar. Un km y algo, con un par de rampas interesantes para finalizar la ruta.


Ruta muy bonita, por una zona que no conocía y que merece la pena visitar, perfecta para rodar.
Un placer compartir ruta con vosotros, muchas risas, la próxima ruta a por la Troñadiella con el cholo, jajaja.