El martes pasado tocaba visitar de nuevo el Jitu de Escarandi, esa bellísima y durísima subida situada en plenos Picos de Europa, en compañía de Chus.
El día fue de lo más accidentado, el plan inicial era llegar a Arenas de Cabrales a media mañana para subir el Jitu por la mañana, y después de comer hacer un par de subidas más por la zona, pero nada más salir hacia Arenas, por asuntos de trabajo, tuvimos que dar la vuelta y retrasar la salida un par de horas, así que ya solo íbamos a subir el Jitu.
Llegamos a Arenas, y al ponernos a montar las bicis, Chus se da cuenta de que se ha dejado la tuerca del cierre rápido de la rueda en su coche, así que tenemos que buscar una ferretería, para arreglar momentáneamente la situación con una tuerca y una arandela, siendo la atracción de los jubilados del lugar.
Así que con muy poco tiempo para subir, tomamos rumbo a Poncebos para hacer los 6 kms de falso llano que hay hasta el comienzo de la subida.
El día fue de lo más accidentado, el plan inicial era llegar a Arenas de Cabrales a media mañana para subir el Jitu por la mañana, y después de comer hacer un par de subidas más por la zona, pero nada más salir hacia Arenas, por asuntos de trabajo, tuvimos que dar la vuelta y retrasar la salida un par de horas, así que ya solo íbamos a subir el Jitu.
Llegamos a Arenas, y al ponernos a montar las bicis, Chus se da cuenta de que se ha dejado la tuerca del cierre rápido de la rueda en su coche, así que tenemos que buscar una ferretería, para arreglar momentáneamente la situación con una tuerca y una arandela, siendo la atracción de los jubilados del lugar.
Así que con muy poco tiempo para subir, tomamos rumbo a Poncebos para hacer los 6 kms de falso llano que hay hasta el comienzo de la subida.
Los primeros kms transcurren por una garganta preciosa con el Cares a nuestro lado.
Los picos nevados comienzan a asomar al fondo.
Y tras llegar a Poncebos nos desviamos hacia Sotres, a través de otra garganta y con rampas que ya superan el 10%.
La carretera serpentea al lado de la montaña mientras va ganando altura. Casi toda la ascensión es así.
En el segundo km se atraviesan tres túneles preciosos.
Y tras algo más de 3 kms llegamos a una zona de revueltas para cambiar de ladera.
Aprovechamos para disfrutar de las vistas de lo que hemos dejado atrás.
Última revuelta...
...y llegamos al rampón que cierra los 4 primeros kms, en medio de un paisaje espectacular.
La pendiente baja bastante y nuestras piernas lo agradecen. El paisaje es cada vez más bonito y pasamos al lado de un conjunto etnográfico de interés.
Y otra vez a remontar una garganta, esta vez a media ladera, con unos paisajes que quitan el aliento.
La combinación de roca y bosques otoñales es realmente preciosa.
Y tras varios kms realmente bellos, llegamos a Sotres, con un rampón que llega al 17% para subir hasta el pueblo.
Hay que apretar, pero sin mayor dificultad llegamos a Sotres.
Y con algo de nervios nos dirigimos al tramo que nos lleva al collado de la Caballar, 1km al 14,5% con rampas del 21%.
Cuando subí en febrero, el asfalto estaba bastante mal, con baches, pero se pasaba bien. Para nuestra sorpresa nos encontramos la carretera recién arreglada, la semana pasada le habían echado una capa de brea y luego la habían cubierto con gravilla, pero no la había compactado esperando a que se fuese compactando con el paso de los coches, algo muy clásico en las zonas de montaña de León.
El problema fue que al estar sin compactar, en realidad no era una carretera, si no una pista de gravilla, donde la rueda se hundía un dedo y hacía muy difícil subir e incluso mantener el equilibrio.
Así que tras medio km más o menos decidimos dejarlo para mejor ocasión cuando la carretera ya estuviera compactada.
Foto de grupo donde nos quedamos, al final las adversidades pudieron con nosotros, pero que bien lo pasamos, jajaja.
Habrá que volver en verano...
PD: Chus, como siempre un placer rodar contigo.
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