Puertos de Maravio - 18 de Marzo de 2016

Cuatro años hacía ya que no me acercaba hasta esa maravilla que es la ascensión a los Puertos de Maravio. Así que la semana pasada me acerqué hasta allí por la ruta más cómoda posible. En total 112kms y unos 1800m de desnivel.



Salgo de Oviedo con Luis, José, Nacho y Mario. Vamos a Grado por la general, el terreno es cómodo y vamos charlando tranquilamente.
Por el camino se nos une Diego, que ha salido de Grado a nuestro encuentro. En la capital moscona nos desviamos hacia el valle del río Cubia, que luce tan guapo como siempre.


Llegamos a San Pedro de los burros y nos despedimos de Luis y José que tienen que marcharse, como siempre un placer.
Allí mismo comenzamos la ascensión a los Puertos de Maravio. Los primeros kilómetros hasta El Llanón son muy suaves, perfectos para disfrutar del maravilloso paisaje que nos rodea.




Tras llegar a El Llanón, tenemos un pequeño descenso y después comenzamos la segunda parte de la subida. Ésta tiene mayores pendientes y el paisaje es cada vez más espectacular, divisando ya las primeras nieves en las cimas de las montañas que nos rodean.



Atravesamos varios túneles y una preciosa zona excavada bajo la roca.



Llegamos a Villabre, donde nos desviaremos hacia los Puertos de Maravio. Aquí nos despedimos de Diego, como siempre un placer, y continuamos hacia la cima Mario, Nacho y yo.



En Villabre comienza la parte más dura de la subida. Dos kilómetros con una media por encima del 11% y pendientes que alcanzan el 17-18%.



Tras esos dos kilómetros, la pendiente da un pequeño respiro aunque sigue habiendo tramos duros. Lo mejor es que al haber ganado altura tan rápido, las vistas del valle son espectaculares.




Nos acercamos a la cima y empieza a aparecer la nieve en las cunetas.




Y tras casi 20kms de ascensión, por fin coronamos los Puertos de Maravio.


Ahora tenemos que atravesar las praderas de los Puertos de Maravio, Monumento natural. Durante unos 5 o 6 kms de toboganes disfrutaremos de un paisaje espectacular.














Y llegamos a la Ermita de Santa Ana, donde haremos la foto de grupo de rigor y comenzaremos el descenso hacia Entrago.



En Entrago aprovechamos para comer un buen pincho y recuperar fuerzas. Desde allí hasta Trubia el terreno es cómodo y después sólo nos queda la subida a Sograndio para llegar a Oviedo.
En Piedramuelle me separo de Nacho y Mario, un placer compartir ruta, y continuo hacia casa por los repechos de Latores.
Gran ruta y gran compañía, más no se puede pedir.

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