No hay tiempo para hacer rutas grandes, pero aún así se pueden visitar sitios interesantes dignos de reseñar en una entrada.
La primera ruta nos acercó a La Mafalla, prolongación de la subida a La Reigada. 80kms y unos 1300m de desnivel. Buenos números y bonitos paisajes para una corta ruta mañanera.
La primera ruta nos acercó a La Mafalla, prolongación de la subida a La Reigada. 80kms y unos 1300m de desnivel. Buenos números y bonitos paisajes para una corta ruta mañanera.
Salgo con Luis de Oviedo y vamos por la senda verde hasta Trubia. De allí a la Grado por la general. Por el camino nos encontramos con Javi y en la parada para el café en Peñaflor nos juntamos con el otro Javi.
Volvemos a la ruta y vamos hacia Grullos, donde comenzaremos la subida del día.
La Mafalla no es más que una pequeña prolongación a la Reigada. La mayoría de la subida es tendida y Javi sube a lo Ullrich tirando de plato, jaja.
Charlando pasan los kilómetros volando y en seguida vemos la cima de la Reigada.
A un kilómetro de la Reigada nos desviamos a la izquierda para ir a La Mafalla. 900m al 13% con picos del 20%.
Pese a la niebla, las vistas del valle por el que hemos ascendido son magníficas.
Rampas del 20% en la zona final. Una subida muy del gusto de Guillén, jaja.
Sprint ultra-agónico por la bonificación, jaja.
Foto de rigor en la cima y para abajo, que se está metiendo la niebla y está comenzando a orbayar ligeramente.
Bajamos otra vez al desvío y subimos hasta la Reigada. De allí iremos a la Degollada. Nos esperan un par de kilómetros más de subida sin grandes pendientes, pero que agarran bastante.
Bajamos por la vertiente del Cogollo, sin duda la más vistosa de la multitud de vertientes que tiene la Degollada.
Finalizamos la bajada y nos acercamos a Santa Cruz de Llanera.
Desde allí volvemos a Oviedo por el Escamplero para finalizar una ruta bastante divertida para el poco tiempo disponible. Lo mejor, como siempre, la compañía.
La segunda ruta fue un acercamiento corto, pero intenso, a la falda del Monsacro. 1000m de desnivel en poco más de 40kms, con las subidas a La Collá y Los Llanos.
Salgo de casa a última hora de la mañana rumbo a Morcín. El plan inicial es subir La Collá por su vertiente más dura, pero al llegar allí me encuentro la carretera húmeda. Como la subida ya es bastante dura de por si, con un kilómetro a más del 15% de media, y no me apetece tener que andar haciendo equilibrios, sustituyo la ascensión de esta vertiente por la que sube dando un pequeño rodeo.
Sigo rumbo a Viapará y tras unos 2kms me desvío hacia la izquierda y comienza la zona más dura de La Collá.
El sol sigue brillando y la temperatura es alta pese a que se anunciaban lluvias para estas horas.
La subida a La Collá no es corta, pero tiene 1,5kms al 9-10% que agarran bastante. El mal estado del asfalto tampoco ayuda.
Tras salir del bosque por el que transcurren los primeros compases de la subida, las vistas pasan a ser espectaculares. Pese a ser una subida pequeña, es muy vistosa.
Y sin mayor dificultad corono La Collá.
Ahora tengo que descender hasta la carretera que va hacia Riosa. Hay que extremar las precauciones porque el asfalto está en un estado lamentable.
Continuo hasta La Foz donde me desvío hacia Otura y Los Llanos. 3kms de subida bastante fuerte me esperan.
Me caen cuatro gotas y no sé si tendré que dar la vuelta.
Pero el bosque me protege durante el primer tramo de la subida, y luego, al lado ya del Monsacro, la montaña me protege de la nube y el viento, e incluso luce el sol.
Al igual que La Collá, es una subida muy vistosa, con alguna zona realmente espectacular.
Llego a Los Llanos y desde allí las vistas del valle del río Riosa son preciosas.
Ya sólo me queda volver a casa, bregando con el fortísimo viento y un pequeño chaparrón a la altura de Soto de Ribera.
Un lujo tener sitios tan bonitos para poder visitar en una ruta de dos horas.
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